El oso polar
Es curioso que haya peluches, dibujos animados y hasta largometrajes infantiles inspirados en el depredador más importante del Ártico. Emblema navideño para decorar aparadores, para encender el árbol urbano y para presidir desfiles. Será por el amor y ternura que transmite el oso polar. Manifiesta la ambigüedad: juegan lo bello y lo violento. Sin embargo prevalece la imagen de lo bello como un "lado A", que tal vez porque es lo que necesita ver el mundo hoy en día. "Bi-polar": algo de gracia me provocó este infantil juego de palabras. El blanco perfecto del oso polar parece ser solo una idea por asociación con la nieve. Su pelo, que cubre capas de grasa y una piel más bien negra, cobra por lo general un aspecto más sucio, ya sea por la mugre o por la sangre propia o ajena. Alma viajera por instinto de supervivencia. Es amenzado por pocas otras especies o por la misma hambre, pues necesita sesenta focas al año para sobrevivir. Sobre tierra templada, consume y ama las